Como explica el cirujano de Mohs del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, Tomás Toledo, a la paciente, que presentaba un carcinoma escamoso en el dedo índice de una mano, le habían planteado la amputación de parte del dedo como tratamiento de dicha dolencia.
Para evitarlo, el especialista ha optado por emplear una combinación de dos técnicas: por una parte, realizar un Mohs convencional sobre el tumor y su piel circundante y, posteriormente, Slow Mohs sobre la piel inmediatamente anexa a lo extirpado, asegurando así la resección completa de la lesión cancerosa.
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